EL MOZART ESPAÑOL: JUAN CRISÓSTOMO DE ARRIAGA/ Extensión
La Orquesta Clásica del Maule, bajo la dirección titular del Maestro Francisco Rettig, regresa al Teatro Provincial de Curicó para presentar un programa dedicado al genio precoz de Juan Crisóstomo de Arriaga, conocido como el “Mozart Español”.
El concierto dará inicio con la obertura de la ópera “Los Esclavos Felices” de Arriaga, una obra que compuso a los once años de edad.
A continuación, la Orquesta Clásica del Maule interpretará la “Sinfonía en Re mayor, D.200” de Franz Schubert. Esta sinfonía, compuesta por otro prodigio musical, destaca por su belleza melódica y su rica orquestación, ofreciendo un contraste y complemento a las obras de Arriaga.
Para culminar, el programa presentará la “Sinfonía en Re mayor, IJA 17” de Arriaga. Esta sinfonía, una de las joyas de su repertorio, refleja la profunda comprensión del compositor sobre la forma sinfónica y su capacidad para crear música que es tanto estructuralmente sólida como emocionalmente conmovedora.
Juan Crisóstomo de Arriaga fue un compositor español del período clásico, a menudo conocido como el “Mozart Español” debido a su extraordinario talento musical y su vida breve y prometedora, similar a la de Wolfgang Amadeus Mozart. Nació en 1806 y murió en 1826, dejando una obra relativamente pequeña pero muy significativa.
Arriaga mostró un talento musical prodigioso desde una edad temprana. Reconociendo su notable habilidad, su familia lo envió a estudiar al Conservatorio de París a los quince años. Allí, recibió formación de los destacados músicos y pedagogos de la época, como Pierre Baillot, Luigi Cherubini y François-Joseph Fétis.
Durante su corta pero intensa carrera, Arriaga compuso una variedad de obras que incluyen cuartetos de cuerda, sinfonías y música vocal. Sus composiciones se caracterizan por su refinada técnica, su riqueza melódica y su sofisticada armonía. Algunas de sus obras más conocidas incluyen la “Sinfonía en Re mayor, IJA 17” y sus tres cuartetos de cuerda.
Trágicamente, Juan Crisóstomo de Arriaga falleció en París en 1826, justo antes de cumplir 20 años, posiblemente a causa de una enfermedad pulmonar. A pesar de su corta vida, su legado musical ha perdurado y continúa siendo una fuente de inspiración y admiración. Sus composiciones, que combinan la elegancia del clasicismo con toques innovadores, le han asegurado un lugar destacado en la historia de la música.